La clínica del covid, el covid en la clínica: o en tiempos de pandemia.

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LA CLÍNICA DEL COVID, EL COVID EN LA CLÍNICA: O EN TIEMPOS DE PANDEMIA.

SAMIR AHMED DASUKY, Docente investigador, Universidad Pontificia Bolivariana.

 

Foro de Medellín, 12 de Mayo del 2020

Estado de la cuestión:

Lacan en 1972, formula la mutación del discurso Del Amo, que se ha producido en la actualidad por la incidencia del capitalismo y su cópula con la ciencia, originando lo que denominará discurso del capitalismo. Más allá de una comprensión genealógica, o mejor dicho en contra de este método, Lacan plantea en El reveso del psicoanálisis que con el surgimiento del capitalismo:

Algo ha cambiado en el discurso del amo a partir de cierto momento de la historia. No vamos a devanarnos los sesos para saber si es a causa de Lutero o de Calvino, o de vayan a saber que tráfico de navíos por ahí en Génova o en el Mar Mediterráneo, o en otra parte, ya que lo importante es que a partir de cierto día, el plus de goce se cuenta, se contabiliza, se totaliza. Aquí empieza lo que se llama la acumulación de capital. (Lacan 1992, p. 116)

Ese capitalismo hoy tiene la fisionomía del neoliberalismo, que construye una subjetividad inédita denominada “el empresario de sí mismo”, que se expresa en el sujeto psicológico de la libre elección que da forma al emprenderismo, la autoayuda, al coaching: homo psicologícus.

Una de las consecuencias de este homo psicologícus es la creación de una nueva cultura, que plantea que los diversos problemas que van apareciendo en la vida humana parezcan susceptible de interpretación y soluciones psicológicas, es decir, todo es factible  psicologización.

El yo psicológico como centro de la cultura contemporánea ya lo advertía Lacan cuando hacía referencia a la yo-cracia en el reverso del psicoanálisis, en tanto que el yo como S1 ubicado en el lugar de la verdad en el discurso universitario (educación) se concibe como idéntico a sí mismo, “el yo en tanto es trascendental, pero también ilusorio […] el yo del amo, aquel que de algún modo encierra en sí como verdad cualquiera que enuncia un saber.

Se puede afirmar que, la yo-cracia es hermana de la salud y de la salud mental en su acepción positiva, de la cual se habla permanentemente hoy en todos los ámbitos de la cultura, y se puede evidenciar en las definiciones de la OMS primero de salud y luego de salud mental.

  1. “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” definición de 1946.
  2. “Aquel estado que permite a todos los ciudadanos llevar una vida social y económicamente productiva”, definición de 1977.
  3. “la capacidad de desarrollar el propio potencial personal y responder de forma positiva a los retos del ambiente”, definición de 1985.

Y se define la salud mental de la siguiente manera: “como un “estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.”  Los criterios diagnósticos para los trastornos mentales y de comportamiento se definen en las clasificaciones del ICD-10 y del DSM-5.

Se puede advertir en las definiciones, entre otras cosas, dos asuntos que quiero resaltar: el primero, como en las definiciones progresa el Discurso del capitalismo, o más bien como el Discurso del capitalismo incide en la definición y segundo, concepción de sujeto que desarrolla conscientemente sus capacidades, que está en relación con “una emoción positiva (afecto), tal como sentimientos de felicidad […] autoestima y control y como resiliencia o capacidad para hacer frente a la adversidad” (OMS, 2004, p. 22) lo que supone autodeterminación o sujeto amo de sí mismo.

Ahora bien, hoy con la pandemia hay una terapéutica con “el covid19”, la de las ciencias médicas-biológicas  que intervienen sobre los efectos físicos, las recomendaciones pertinentes sobre sí mismo y el lazo social y la búsqueda en los laboratorios por descifrarlo y crear un antivirus.

Pero también hay otra terapéutica generada por los saberes “Psi” sobre los efectos del covid 19 en la vida cotidiana y la subjetividad, podría decirse que es una terapéutica social de salud mental impartida desde varias instituciones con el objetivo de que te sientas bien, evites sentirte mal, manejes el tiempo, busques espiritualidad,  trabajes organizadamente, para ello se habilitan líneas telefónicas y medios virtuales de apoyo y se imparten los más variados consejos considerados útiles. Por ejemplo este de una EPS. Cuidemos juntos de tu bienestar mental mientras te quedas en casa. “Claves para reducir la ansiedad durante la cuarentena”. “Cuida la salud mental de tu mascota durante la cuarentena”.

Desde las universidades con su departamento de Bienestar las cosas son similares; “Cuenta con nosotros para cuidarte” Un espacio para acompañarte en: Situaciones emocionales que te estén afectando, Dificultades en tus relaciones. Estrategias para el fortalecimiento del aprendizaje y hábitos de estudio. Manejo de finanzas personales. Orientación socioeconómica. Orientación en temas de salud.

Yo-cracia, concepción del empresario de sí mismo, del homo psicologícus, pero orientado en lo más mínimo de sus elecciones en su cotidianidad, forma de vida estándar marcada por la intersección de la ciencia y el capitalismo produciendo un niño generalizado (Soler, 2014), entendiendo este como “todos por igual tienen el mismo derecho” (p. 45), “derecho al goce y su libertad de disponer de su cuerpo” (P. 46).

Lacan advierte en el seminario 11, que el ambiente de nuestra época está marcado por dos cosas, que a criterio de él se hacen sin crítica: el evolucionismo y la felicidad, se “Busca, entonces, seguridad en teorías que se ejercen en el sentido de una terapéutica ortopédica, que tienden al conformismo, que procuran al sujeto un acceso a las concepciones más míticas de la happiness” (Lacan, 1987, p. 141)

Ahora bien la, expresión “En tiempos de pandemia”  se le agrega a muchas palabras o frases, ejemplo de ello : “Corona virus: la vida en tiempos de pandemia”, “inteligencia emocional en tiempos de pandemia”, “pensar en tiempos de pandemia”, solidaridad en tiempos de pandemia, ¿es necesario sumar, la clínica psicoanalitica en tiempos de pandemia?

El covid 19 nos plantea situaciones coyunturales que todos conocemos y sabemos que esto despues de un tiempo pasara, aunque habrá que esperar sus efectos no conocidos hasta el momento. Lo real es la muerte que ahora toma forma de virus.

Pero lo que no es coyuntural son los medios virtuales, ellos llegaron para quedarse, es estructural, y cada vez se refinan mucho más. La virtualidad es un real que ha modificado la vida humana innegablemente, ha tocado, transformado la manera de comprendernos a nosotros mismos, el lazo social y la relación con el mundo, ha posiblitado nuevos goces y realización de deseos, aun seguimos comprendiendo sus efectos.

La virtualidad ha estado antes que el virus, ¿por qué no nos hemos interrogado “verdaderamente” por ese real como posiblidad clínica?, incluso esa posibilidad se veia con “desprecio” o indiferencia y se acuñaban los conceptos de cuerpo y presencia del analista (tranferencia) para afirmar la imposibilidad de realización de la práctica clínica.

El asunto:

Ahora bien, Lacan y Freud, cuando hablan de la experiencia clínica se referian indiscutiblemente al cuerpo a cuerpo en la relación disimetrica bajo transferencia. El concepto de transferencia afirma Lacan “esta determinado por la función que tiene en una praxis, Este concepto rige la manera de tratar a los pacientes. A la inversa, la manera de tratarlos rige el concepto” (1987, p. 130). Con seguridad la manera de tratar a los pacientes era impesable para ellos por las tecnicas que hacen posible la virtualidad.

Lacan en la clase del 15 de abril de 1964 hace una acotación epsitemologica con consecuencias clínicas “las bases del psicoanalisis supone que introduzcamos cierta coherencia entre los conceptos principales que lo fundan” (1987, p. 131).

¿Es  posible que los conceptos que han sustentado una clinica del cuerpo a cuerpo permiten argumentar la misma clínica sin la presencia material de los cuerpo? La presencia del analista es real o a qué se refiere como presencia? de qué cuerpo? ¿cómo poder hacer una clínica psicoanalitica a través de los instrumentos tecnicos que fomenta y posiblita el derecho al goce y a disponer de su cuerpo? De lo que se trata es con qué orientarnos.

Hay que evitar el oscurantismo, al que Lacan refiere, que es “muy característico de la condición del hombre en nuestra época de pretendida información -oscurantismo que, según confío sin saber muy bien por qué, parecerá inaudito en el futuro-. La función que ha cumplido el psicoanálisis en la propagación de ese estilo que se llama a sí mismo american way of life corresponde exactamente a lo que designo con el término de oscurantismo, en tanto se destaca por revalorizar nociones refutadas desde hace tiempo en el campo del psicoanálisis, como la del predominio de las funciones del yo” (1987, p. 133).

El covid 19, con las exigencias de ailsamiento social, nos obliga a repensar la práctica clínica, o ¿por qué repensar la práctica clínica por el covid 19?, es decir, nos preguntamos por la clínica psicoanalitica en tiempos de la pandemia. El virus infectó la práctica clínica, lo que nos es claro es que tipo de virus este … y se supone que la virtualidad es un medio de posiblidad para ella.

Ahora bien, lo virtual es estructural del yo. El estadio del espejo y el esquema L son paradigmaticos para Lacan, en tanto que lee la relación intersubjetiva partir del concepto de identificación y revela que el yo es producto de una alienación imaginaria al otro, es decir, que identificarse es asumir inconscientemente la imagen del otro como siendo la propia. Esto implica un circuito imaginario entre el yo y el semejante en que la identificacion a la imagen especular genera una relación ambivalente con el otro donde esta en juego el erotismo y la agresión, relación paranoica caracteristica del narcisismo que esta presente en las identificaciones futuras. – Es de aclarar entonces que el cuerpo presente no es condición suficiente para no tratarlo virtualmente, pero tambien utilizar lo virtual, para el blablabla, no es suficiente para lo simbolíco. Es decir, ni la presencialidad material ni la virtualidad per -se permiten un analisis-.

“El arte de escuchar casi equivale al bien decir. Esto reparte nuestras tareas. Ojalá logremos estar a su altura” (Lacan, 1987, p. 129). Par oreja – palabra, que introduce la particularidad del psicoanalisis, de lo que se escucha en las palabras, más allá de un dispositivo que busque un acuerdo en el mensaje como lo enuncia las teorias de la comunicación y de una palabra que sea proferida escuchada y tenga efectos más allá del sentido.

Los conceptos principales que lo fundan, asoma en el concepto de inconsciente que como dice Lacan “recordarán que no pude separarlo de la presencia del analista” (1987, 131), del que no se puede confundir con un “sermoneo lacrimoso”, o “las caricias pegajosas”. No son los sermones, consejos morales o psicologicos como significantes amos, tan utilizados hoy en la cultura de la salud mental , ni las manifestaciones de zalameras de una supuesta actitud positiva, lo que se llama la posición activa del terapeuta, lo que va a producir la transfererencia.

“La propia presencia del analista es una manifestación del inconsciente” (Lacan, 1987, p. 131) y entiende por inconsciente “como los efectos de la palabra sobre el sujeto” (Lacan, 1987, p. 132), ambas afirmaciones de Lacan estan en relación a la noción freudiana de inconsciente, que adquiere una dimension propia con respecto a otras nociones de inconsciente utilizadas como instinto, presencia velada de un pensamiento, entre otros. Y no se puede entender el sujeto como “ el sustrato viviente necesario para el fenómeno subjetivo, ni ninguna especie de sustancia, ni ningún ser del conocimiento en su patía […] ni siquiera el logos encarnado en alguna parte, sino el sujeto cartesiano, que aparece en el momento en que la duda se reconoce como certeza [… ] la certeza que yerra . Eso es el inconsciente (Lacan, 1987, p. 132-133).

Campo inaugurado por la ciencia moderna donde no hay una garantia de completud en el Otro, es decir, de Dios. El psicoanalisis toma su propio campo de lo real, alli donde la certeza del sujeto yerra, en tanto el sujeto se constituye por los efectos del significante (Lacan, 1987, p.132) del cual la presencia del analista es irreductible, por ser testigo de esa pérdida” (Lacan, 1987, 133).

Perdidá como dice Lacan “ sin compensación, sin ningún saldo a su favor, salvo el ser retomada en la función de la pulsación” (Lacan, 1987, 133), que hoy por la visión oscurantista se trata de escamotear, es decir, de hacer desaparecer de un modo ilusorio una dificultad o problema, por la forma de vida america, el capitalismo y sus objetos incluyendo la virtualidad y la yo-cracia.

Lo anterior, con respecto a la pérdida sin compensación y a partir de ella la busqueda pulsional, permite comprender un poco más la presencia del analista como testigo  la expresion de Lacan cuando afirma entonces que “Los psicoanalistas de hoy tenemos que tomar en cuenta esta escoria en nuestras operaciones, como el caput mortuum (restos, desechos) del descubrimiento del inconsciente. Ella justifica el mantenimiento dentro del análisis, de una posición conflictiva, necesaria para la existencia misma del análisis (Lacan, 1987, 133), es decir, que incide directamente en la transferencia.

La expresion un “metodo peligroso” toma resonancia aquí tanto para Lacan como para Freud, no es sino recordar la manera de tratar la transferencia los posfreudianos, que muy bien desarrolla Eric Laurent (2004) en los objetos de la pasión, donde indica la derivacion conceptual y clínica a partir del concepto de contratrasnferencia (p. 15), por ceder a la transferencia.

Pero ademas a la clínica psicoanalitica la alcanzado un virus que como dice Lacan  “pretende que el análisis de la transferencia opera sobre la base de una alianza con la parte sana del yo del sujeto, y consiste en invocar su sensatez para hacerle notar el carácter ilusorio de algunas de sus conductas en el ámbito de la relación con el analista (Lacan, 1987, 136).

Freud advertia la repeticion en la transfrencia, en sus texto de 1914 Recordar, repetir, reelaborar (Freud, 1914/1991), indicando que “El analizado no recuerda, en general, nada de lo olvidado y reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo, sino como acción; lo repite, sin saber, desde luego, que lo hace” (Freud, 1914/1991, p. 152). Freud da un ejemplo de ello: “El analizado no refiere acordarse de haber sido desafiante e incrédulo frente a la autoridad de los padres; en cambio, se comporta de esa manera frente al médico” (Freud, 1914/1991, p.152).

Freud muestra, en el mismo texto, la relación inconsciente-transferencia-repetición de la siguiente manera: “La trasferencia misma es sólo una pieza de repetición, y la repetición es la trasferencia del pasado olvidado; pero no sólo sobre el analista, también sobre todos los otros ámbitos de la situación presente” (Freud, 1914/1991, p. 152) y advierte que el analista debe estar preparado para ello. Y continua diciendo que “Volvemos esa compulsión inocua y, más aún, aprovechable si le concedemos su derecho a ser tolerada en cierto ámbito: le abrimos la trasferencia como la palestra donde tiene permitido desplegarse con una libertad casi total, y donde se le ordena que escenifique para nosotros todo pulsionar patógeno que permanezca escondido en la vida anímica del analizado” (Freud, 1914/1991, p 156). Y agrega posteriormente que “En esas circunstancias, el analista no tiene más que esperar y consentir un decurso que no puede ser evitado, pero tampoco apurado”. (Freud, 1914/1991, p. 157).

Ahora bien frente a lo enunciado por Freud con respeto a la repetición – transfrerencia, Lacan plantea el siguiente problema: “el sujeto busca su certeza. Y la certeza del propio analista en lo concerniente al inconsciente no puede ser extraída del concepto de transferencia” (Lacan, 1987, 136) por que ella misma es obstaculo en tanto es  fundamentada en el yo del sujeto. Ahora bien, por esta misma via el amor es el modelo de engaño.

Lacan revela un lazo entre inconsciente y transferencia a traves de la pulsión cuando lo relaciona al Otro, del cual dice “En el análisis, el peligro está en que el engañado sea el Otro” (Lacan, 1987, 139).

El inconsciente esta constituido por los significantes de la pulsion que se genera por un corte, por efecto del lenguaje via la demanda del Otro, sobre la funcion organica (oral) y en la superficie del cuerpo (las zonas erogenas) y del objeto.

Pulsión como actividad, en posición del inconsciente, que se  presenta en la relación con el otro, lo que implica pensar ¿qué busca la pulsión en el otro? eso que busca del lado del otro es un objeto, podemos decir el objeto (a), más allá de la demanda de amor, es decir, que lo se busca es el plus de goce, que supone como se habia dicho anteriormente, la pérdida por los efectos del lenguaje sobre el sujeto.

La pulsión rodea los objetos (oral, anal, escopico, invocante) para recuperar y restaurar su pérdida original, más allá de lo sexual, en el sentido que no hay complementariedad sexual, y del amor, porque toma un objeto para relacionarse y separse del otro.

Cómo se juega estas dos vertientes, la demanda y la pulsión, en relación al analista? Lacan articula la realidad sexual del inconciente, la pulsión y la transferencia, como demanda de amor, al deseo como articulador de los dos campos, en la medida que constata, si se puede decir asi, la pérdida. Pérdida de la cual hace que el sujeto es causado o efecto del significante, que es la hipotesis de Lacan y por el objeto (a), ambas en relación al deseo del analista, que que hace de la palabra del analizante – $-A –esquema del punto de almuhadillado, y la escucha del analista es lo que garantiza la existencia del inconsciente, de alli la afirmación anterior que “La propia presencia del analista es una manifestación del inconsciente” (Lacan, 1987, p. 131), porque depende de su repuesta en el acto analitico, no hay inconsciente por fuera del analisis, en la medida en que el analizante dirige unos S1 y el analista es el encargado de su palabra, para hace existir el inconsciente.

Ahora bien ¿con estas consideraciones planteadas , la virtualidad garantiza el discurso del psicoanálisis ?

 

Referencias

Freud, S. (1914/1991). Recordar, repetir y reelaborar. In s. Freud, Obras Completas.Volumen 12 (pp. 145-158). Buenos Aires: Amorrortu.

Lacan, J. (1953, julio 8). https://www.lacanterafreudiana.com.ar. From https://www.lacanterafreudiana.com.ar/2.5.1.4%20%20%20LO%20SIMB,%20LO%20IMAG%20Y%20LO%20REAL,%201953..pdf

Lacan, J. (1987). El seminario de Jacques Lacan, Libro 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.

Lacan, J. (1992). El seminario de Jacques Lacan. Libro 17. El reverso del psicoanálisis. Barcelona: Paidos.

Lacan, J. (2006, marzo 13). www.elsigma.com. From http://www.elsigma.com/historia-viva/traduccion-de-la-conferencia-de-lacan-en-milan-del-12-de-mayo-de-1972/9506

Laurent, E. (2004). Los objetos de la pasión. Buenos Aires: Tres haches.

salud, O. M. (2004). Promoción de la salud mental. Conceptos, evidencia emergente, práctica. Ginebra: Organización Mundial de la Salud.

Soler, C. (2014). Lo que queda de la infancia. Medellín: Asociación Foro del Campo Lacaniano de Medellín.

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